Molido versátil de almendras, semillas y vegetales



Esta entrada está dedicada especialmente a Pierina, pues sé que ella, tan artista e imaginativa, hará maravillas a partir de este "molidito".
En estos días asistí a una reunión sobre crudivorismo, cuya intención real era vendernos un aparato para procesar verduras que, segun cuentas, es "lo último en guarachas", no destruye las enzimas, aporta oxígeno, desecha muy poquita pulpa y etc, etc...a mí estos "fundamentalismos" gastronómicos me parecen un poquito "pasados", propios de aquellos a quienes les sobra la comida y el dinero. Con lo que cuesta el aparatejo ese, creo que uno se compra en Colombia una nevera y le queda para la cuota inicial de la lavadora.
"Con buen hambre no hay mal pan" reza un viejo refrán y una amiga suele decir (para justificar que no es muy exigente al escoger compañeros "horizontales"), "cuando se tiene mucha hambre, no se piensa en el colesterol o los carbohidratos de lo que uno se está comiendo".
Pero, aunque me provoca echar un discurso en torno a estas "neurosis alimentarias modernas", mejor voy a centrarme en la receta.
En la susodicha reunión me pillé esta mezcla de frutos secos y vegetales, que las organizadoras denominaron patê, lo que por supuesto no es para nada exacto pues el patê es de carne, así que dejémoslo en molidito. La idea de los crudívoros es que nos comamos el molido tal cual sale, sin manipulaciones ni añadidos (ni siquiera sal), pero yo le hice varias modificaciones que mejoran notablemente su sabor, aunque me tengo que excusar con las enzimas, seguro que las destruí a todas...

Ingredientes
  • 125 grms (3/4 taza aprox) de almendras peladas
  • 125 grms (1 taza aprox) de semillas de girasol sin cáscara
  • 1 calabacín mediano
  • 1 zanahoria grande o dos pequeñas
  • 1/2 pimentón rojo (ojo con el pimentón pues es muy fuerte y le robaría protagonismo a los frutos secos si se nos va la mano con él)
  • 1/2 cebolla de huevo pequeña
  • 1 diente de ajo
  • 2 cdas de perejil picado
  • Sal y pimienta
Hay que poner a remojar las almendras y las semillas de girasol desde la noche anterior para que se hidraten.
Se muelen o pican muy finamente todos los ingredientes y no tenemos que usar el "super aparato", la picadora normalita que tengamos sirve
, incluso puede hacerse en el molino de las arepas (el modesto y tradicional molino Corona que hemos usado toda la vida).
La fotografía del encabezado les da la idea de las cantidades que resultaron. El sabor final quedó muy equilibrado.
Se pueden utilizar otros ingredientes como aceitunas, tomates secos (los frescos tienen demasiada agua), coliflor, apio, espinacas, otras hierbas, nueces de varios tipos (yo no usaría maní, lo encuentro demasiado contundente), miga de pan, avena, etc, etc.


Con los ingredientes ya molidos les propongo tres versiones:

I Ensalada o "Dip"
Añadimos el jugo de un limón, un chorrito de aceite de oliva (2-3 cucharadas), rectificamos la sal y la pimienta, mezclamos bien y listo. Nos queda una ensalada con aire a tabbouleh, muy fresca y realmente deli, o podemos poner pequeñas cantidades sobre pan o galletas en el caso de que lo queramos usar como "pasaboca" (!Ooops! no hice fotografía).

II Molde o "timbal"
También para comer crudo pero tiene un aspecto más bonito y nos permite cortarlo en tajadas. También le añadimos jugo de limón, se disuelven 2 cdas de gelatina sin sabor en 1/3 de caldo tibio de vegetales (o agua o el jugo que sueltan los ingredientes, pero lo ponemos a calentar un poquito) y lo mezclamos todo muy bien. Se forra un molde con plástico de cocina, vaciamos dentro la mezcla, presionamos bien para que se compacte y lo metemos a la nevera unas dos horas. Lo sacamos y desmoldamos unos minutos antes de servirlo. Es más consistente que la ensalada y está también riquísimo.



III Flan
Esta vez no usamos jugo de limón. Le añadimos a la mezcla 3 - 4 huevos, 1/2 taza de crema de leche y un poquito de nuez moscada rallada (lleva un poquito más de sal que en las versiones anteriores), se mezcla muy bien, lo colocamos en un molde engrasado y enharinado (o con miga de pan, para este caso creo que va mejor). Va al horno precalentado a 175º C (350º F) durante una hora y media aproximadamente, hasta que introducimos en el centro un cuchillo delgado o un palillo y sale limpio. Es una buena idea servirlo acompañado de una mayonesa de hierbas, o una salsa de champiñones, de mostaza, de queso, holandesa, en fin la de nuestra preferencia.
Para la fotografía me tocó ponerle mayonesa y perejil por encima, pues se estaba pasando de dorado a quemado. Resulta que le pedí a alguien el favor de que lo apagara...y lo dejó pasar de punto. No digo quién fué, pero lo estoy mirando... eso sí, a pesar de la costra quemadita quedó !espectacular!


1 comentario:

Patri dijo...

CRUDIVORISMO

Cada día son más los adeptos que se apuntan al crudivorismo, o lo que es lo mismo, a comer alimentos en estado natural –crudos-, sin conservantes, ni fermentados, ni cocinados. Quienes practican este tipo de dieta aseguran que es la única que no desvirtúa o destruye las propiedades de los alimentos.

Aducen que, examinado en un microscopio, el cuerpo etéreo de una célula viva centellea con la luz solar. Las células muertas no polarizan la luz y el calor desplegado se extingue. Los minerales del alimento vivo actúan como imanes, recogiendo la energía solar, llenando nuestros cuerpos con luz solar. Técnicamente, la órbita del electrón de un mineral hace un salto de órbita cuántico debido a la absorción de energía solar. Un mineral inorgánico se convierte en un mineral orgánico por la acción de la luz solar en una planta.

Algunos de los argumentos que justifican esta dieta son:
La cocina no mejora el valor nutritivo del alimento, destruye o hace inasimilable el 85% de los nutrientes originales.
Al cocinar los alimentos se pierden las enzimas que tienen y éstas son necesarias para la digestión.
La mayoría de las proteínas se destruyen o se convierte en nuevas formas que son o no digeribles por las enzimas corporales o digeridas lentamente y con mucha dificultad.
Muchas de las vitaminas desaparecen o pierdensu vitalidad
El agua fisiológica se evapora quedando el alimento sin esta parte líquida necesaria que no es adecuadamente reemplazada por el agua que le añadimos.
Los minerales de los alimentos cambian de su estado orgánico cuando están crudos a inorgánicos al cocinarlos, lo que los convierte en poco digeribles.
La “leucocitosis digestiva”, proceso por el cual, al ingerir alimentos cocinados, el sistema inmunológico se ve obligado a echar mano de los leucocitos (popularmente los denominamos “las defensas”) al entrar en el cuerpo productos ajenos a la fisiología humana.
Nuestro organismo -dicen- está preparado para digerir y asimilar alimentos crudos.

Se trata de mantener una dieta cruda, natural y sencilla basada en el consumo de frutas y verduras, incluyendo frutos secos y semillas germinadas. Supone también alimentarse con los productos de la temporada que estén exentos de sustancias tóxicas.

La alimentación “Arco-Iris” o dieta crudívora se basa en principios naturales. Según explica la doctora Nuria Roig, directora del Centro de Medicina Cuántica y Cristaloterapia “Krysalux” de Caracas, Venezuela, “en la llamada medicina integral cuántica ahora se habla de la ‘frecuencia vibratoria’ de los alimentos más que de la típica teoría de las proteinas, grasas o carbohidratos. Es una nueva concepción de la alimentación que toma en cuenta nuestra ‘otra mitad’, o lo que es lo mismo, la parte energética del cuerpo humano”.

Se parte de la idea de mantener un equilibrio energético para garantizar la salud del cuerpo físico. Todo comienza en el “cuerpo de energía” para luego reflejarse en la realidad física, en los órganos y en el correcto funcionamiento de éstos.

Como base de esta nueva concepción los alimentos se clasifican en siete grupos atendiendo a su “frecuencia vibratoria”. Cada uno de estos grupos se relaciona con un centro energético, generador o chakra, que a su vez controlan las emociones y las funciones de los órganos incluidos en sus respectivos grupos. De ahí que para mantenernos en perfectas condiciones sea necesario ingerir diariamente cierta cantidad de cada uno de los siete tipos de alimentos. Respetando los biorritmos del organismo y la decisión de ser o no vegetariano, la dieta diaria ha de programarse de la siguiente manera:

DESAYUNO: Grupos azul y morado, que proporcionan la “energía de arranque”.

ALMUERZO: Grupos anaranjado, amarillo, verde y rojo, en los que prevalece la “energía de mantenimiento”.

CENA: Grupo blanco, donde predomina la “energía de relajación”.

TIPOS DE ALIMENTOS

ROJO: Alimentos que lo contienen; PROTEÍNAS ANIMALES: Pollo, pescado, huevos, leche, queso, germinados, azúcar moreno, etc. Órganos que nutre; Corazón arterias, venas, médula ósea, vagina, boca, plasma sanguíneo, sistema circulatorio y muscular. PRIMER GENERADOR.

VERDE: Alimentos que los contienen; TODOS LOS VEGETALES Y VERDURAS VERDES: Acelgas, espinacas, berro, lechuga, etc. Órganos que nutre; Oído, vejiga, riñones, suprarrenales, próstata, piel, sistema nervioso central –gris-, cerebelo, cerebro, testículos, uréteres, uretra. SEGUNDO GENERADOR.

AMARILLO: Alimentos que lo contienen; LEGUMBRES: Frijoles, lentejas, garbanzos, etc. Órganos que nutre; Aparato digestivo, hígado, colon, duodeno, intestino delgado, ovarios, útero, vesícula biliar, tejidos colagénicos. TERCER GENERADOR.

BLANCO: Alimentos que lo contienen; CEREALES: Trigo, pan pastas, arroz, avena, centeno, cebada, etc. Órganos que nutre; Pulmones, bronquios, tráquea, timo, apéndice, páncreas, huesos, piel, faringe, membranas serosas, paratiroides, sistemas linfático, nervioso y óseo. CUARTO GENERADOR.

AZUL: Alimentos que lo contienen; TODAS LAS FRUTAS SECAS O DESHIDRATADAS. Órganos que nutre; Ligamentos, hipotálamo, píloro, sistema linfático, sistema óptico, tendones, tejido conjuntivo. QUINTO GENERADOR.

NARANJA: Alimentos que lo contienen; LOS VEGETALES Y LEGUMBRES NO VERDES: Patatas, calabazas, remolachas, zanahorias, etc. Órganos que nutre; Endometrio, hipófisis, adenohipófisis, panículo adiposo, mucosas, patrones genéticos de función –ARN- SEXTO GENERADOR.

MORADO: Alimentos que lo contienen; OLEAGINOSAS: Pistachos, almendras, nueces, yogurt, miel de abejas, coco, etc. Órganos que nutre; Glándula pineal, nucléolo celular, núcleos de hipotálamo, patrones genéticos de base –ADN-, piel, neurohipófisis. SÉPTIMO GENERADOR.