Falafeles: ¡Marta, Marta...fa, fa, fa!

La foto está pésima, desenfocada y no le hace justicia... Sin embargo es evidente que su rostro espresa la enorme alegría del deber cumplido. Y no le faltan razones, fué la reina absoluta y autora material de los falafeles, luego de domar la picadora eléctrica (que no le obedecía al principio) los fué haciendo así como es ella, de manera suave y elegante, sin prisa pero sin pausa, "songo-sorongo" molió un millón de garbanzos, mezcló la cantidad exacta de hierbas y de especias, integró delicadamente todos los elementos y ¡voilá! nos comimos esas crujientes, doradas, hermosas y perfumadas torticas de garbanzos, que nos encantaron. Hay que decir que en el proceso final -armar y freír- recibió ayuda de Laura y Rita, pues sus tersas manos ya no daban más. No están hechas las reinas pa' todo ese jaleo...tranquila su majestad, ahí estábamos nosotros, la -su- plebe, pa' echarle "una manito".

Falafeles

1 1/2 lbs de garbanzos
1 pizca de bicarbonato
1 manojo de perejil
1 manojo de cilantro
2-3 ramas de cebolla verde
3 cdas de coriandro (semillas secas de cilantro)
1 cda de comino en polvo
Sal y pimienta.
Abundante aceite para freír

Se ponen los garbanzos a remojar con agua que los cubra y una pizca de bicarbonato, durante 12 horas.
Al momento de prepararlos se les escurre el agua y se muelen en un molino manual (como el que usamos en Colombia para moler el maíz de las arepas) o en una picadora eléctrica. Se muelen añadiéndoles el perejil sin tallos, el cilantro y la cebolla verde. Aquí hablar de cantidades exactas es casi imposible, pero debemos conseguir que la masa quede de un tono verde claro. Si no le pusiéramos las hierbas, los garbanzos molidos quedarían amarillos. La fotografía indica muy bien el tono que buscamos.
Una vez molidos todos los garbanzos y las hierbas, añadimos el comino, el coriandro la pimienta y la sal (1 cucharada alta aprox.), mezclamos bien y armamos las tortitas de unos 4-5 cms de diámetro y aplanadas. Hay que armarlas y manejarlas suavemente pues tienden a desintegrarse con mucha facilidad.
En un recipiente hondo a fuego medio-alto se calienta el aceite. Echamos dentro unos cuantos falafeles que deben flotar cómodamente, es muy importante no tocarlos hasta que veamos que los bordes empiezan a dorarse, en ese momento se voltean. Esperamos a que estén bien dorados. No hay que olvidar que los garbanzos se molieron crudos por lo que deben freírse durante el suficiente tiempo para que se cocinen completamente por dentro, si el aceite estuviera demasiado caliente, se quemarían por fuera antes de terminar de cocinarse por dentro.
Se acompañan con las varias salsas que hicimos: babaganush, Tzatziki y humus.

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