Humus: amores, humores, Leandro, Michelle...

A estos dos fué a los que más les rindió "el batido" el día del convite árabe. Hicieron muchas cosas: el humus, los kibbes, cocinaron sus amores y nos alimentaron a todos con emociones nuevas, risitas dulces, murmullos mutuos, miradas cómplices, tiernos sobreentendidos. No se pierdan la luz que la ilumina a ella, resplandece de felicidad (bueno, la foto está un poquito sobreexpuesta pero es mejor pensar que es la luz del amor ¿no?)
Con su "ahora son dos que me parecen uno" estuvieron prestos, colaboradores, listos a hacerlo todo: fueron, compraron, recogieron, llevaron, volvieron, picaron, amasaron, moldearon y solucionaron lo que hizo falta.
No pudiendo resultar de otra manera, gracias a toda esa energía y a esas buenas "vibras", el humus les quedó de "rechupete"


Humus
(Cantidades aproximadas)

3 tazas de garbanzos cocidos (o de lata)
2 dientes de ajo
1-2 colinos de cebolla verde
1/4 de taza de aceite de oliva
3 cdas de tahine de ajonjolí
Jugo de 1 limón
Comino, sal y pimienta
Paprika

Se cocinan los garbanzos que fueron puestos en remojo 8 - 12 horas, hasta que estén muy blandos. Se escurren y se licúan con
la parte blanca de 1-2 tallos de cebolla de rama, el tahine de ajonjolí, los dientes de ajo, el aceite de oliva, un poquito de comino (1/2 cdita más o menos), la sal y la pimienta. Es posible que deban añadirse unas cucharadas del agua de la cocción para que la mezcla se deje licuar, si usamos garbanzos de lata es mejor añadir agua y no el líquido en que vienen.
Debe quedar como una pasta suave, de untar, no como una salsa líquida. Así que es preferible detener la licuadora de tanto en tanto para ayudarle a la mezcla con una espátula o cuchara trasladando lo que está en la parte superior hacia abajo, cerca de las cuchillas y de nuevo encender el aparato, hasta lograr una mezcla homogénea. En este punto añadimos el jugo de limón (no es bueno echarlo desde el principio pues con tanto "zangoloteo" se puede amargar).
Es recomendable probar varias veces para ajustar el aceite, la sal y los otros ingredientes hasta que nos sepa realmente bueno.
Al servir le rocíamos un chorrito de aceite por encima y paprika en polvo. Si quieren hacer la florecita de cebolla verde, sencillamente toman la parte blanca del tallo, pican tiras muy delgaditas que no deben llegar hasta el final (para que no se separen) y se pone unos minutos en agua bien helada.