Papas cocidas quesudas

Esta receta se puede hacer con muchas variaciones, usando como ingredientes fundamentales papas, queso y crema de leche, así no más, con un poquito de sal y pimienta quedan deliciosas. Pero uno la puede alegrar, con tocineta, carnes frías, hierbas variadas, tomates secos, etc. De nuevo con lo que tengamos a mano.
La papa es una maravilla, su textura es encantadora y su sabor neutro, casi soso, nos permite combinarla con montones de ingredientes diferentes. La podemos hacer frita, asada, cocida, en el microondas (se pincha unas cuantas veces con un palillo y se ponen 3 minutos por papa aprox.). Ella es lo mas de "manualita".

Estamos hablando de un alimento importantísimo en la historia de la humanidad, de esos que han presenciado revoluciones y grandes cambios sociales, y que han sido ellos mismos protagonistas. Aquí les cuento chismecitos de doña humilde papa.

Papas cocidas quesudas
(5 - 6 porciones)

1 kilo de papas medianas o 6 papas medianas (yo usé Idaho, pero puede ser la roja. En Colombia se puede hacer con pastusa y sabanera. La idea es una papa que no se deshaga muy fácil para que no se vuelva un puré)
125 grms de tocineta
150 grms de queso Gouda ahumado (*)
1 cda de estragón, salvia y tomillo picados (opcionales, o se pueden usar las que uno quiera)
1 cda de perejil picado (o cilantro, pero el toque verde es lindo)
1/2 taza de crema de leche
1 cda alta de mantequilla (25 - 30 grms aprox)
Pimienta
No necesita sal pues muchos ingredientes la aportan.
(*) por supuesto puede usarse cualquier queso cremoso como el queso crema, cheddar, brie, etc. Incluso quesito paisa. Siempre quedarán muy ricas, pero yo recomiendo tratar de usar el Gouda ahumado en esta ocasión. Me parece que "eleva" el sabor de las papas hasta el punto de la exquisitez y acompañado de la crocante y olorosa tocineta...mmm... pa'que les cuento más.
Hay que cortar las papas en rodajas gruesas (4 por papa aprox), ponerlas en abundante agua salada en fuego medio-alto y tapar la olla (25-30 minutos).
La tocineta se pica pequeñita y se pone a tostar mientras se cocinan las papas. El queso se ralla o se pica en trocitos pequeños.
Verificar que las papas ya estén cocidas introduciendo en el centro de una de ellas un palillo, debe entrar muy suavemente, pero la papa no debe rajarse o deshacerse. Si eso ocurre es mejor hacer un puré (también con mantequilla, queso y la crema de leche). Así que deben quedar blandas pero no sobrecocidas. Se drena el agua de la cocción, se añaden los demás ingredientes y se mezcla todo suavemente, volviéndolo a la estufa, ahora en fuego muy bajo.
Se tapa y se "menea" dos o tres veces durante 3-4 minutos. Hay que ser muy delicados para tratar de no desbaratar las papas, hombre, igual quedarían de "re-chupete", pero es más bonito el plato si no están muy "masacotudas".
Como vieron en la fotografía yo emplaté colocando mitades de tomaticos alrededor de las papas y tiritas de albahaca fresca por encima, pero se puede adornar de la manera que uno quiera.

1 comentario:

Patri dijo...

La papa es oriunda de los Andes chilenos y peruanos. Se cultivaba ya hace unos 4.000 años en áreas montañosas, donde a una altura de más de 14.000 pies no crecía el maíz, y fue el alimento principal de los incas. Los pueblos de los Andes desarrollaron miles de variedades de papas. En la actualidad se registran en el mundo mas de 5000 variedades, aunque se consumen unas 200.
Los españoles llevaron la planta a Europa alrededor de 1570. A Inglaterra llegó sobre 1586, y aproximadamente en 1610 a Holanda, donde al principio sólo se usó como planta ornamental.
Los monjes las plantaron en los conventos pero los europeos despreciaron la papa y tuvieron que pasar 200 años antes de que descubrieran que ella produce más que el maíz y el doble que el arroz y el trigo y que tiene grandes cualidades alimenticias. Pero las usaban para alimentar a los cerdos.
Durante mucho tiempo los europeos tuvieron ideas supersticiosas e ignorantes acerca de la papa, pensaban que era venenosa (pues intentaron comerla cruda y así lo es) o que era maléfica porque se reproducía muy rápidamente.
Acusada de ser la causante de la lepra, fue excluida de la mesa de los franceses hasta 1780, cuando un farmacéutico francés, A.A. Parmentier, sobrevivió, lo mismo que muchos soldados, gracias a ella, durante el tiempo en que fueron prisioneros de los prusianos. Al ser liberado se dedicó a promocionar la papa en la nobleza y comenzó así a consumirse de manera generalizada.
Tan importante ha sido éste alimento que al arruinarse la cosecha de papas en Irlanda (entre 1845 y 1849) murieron 1 millón de personas y más de 1,250,000 irlandeses emigraron. En 1939 el gobierno alemán acusó a los británicos de enviar una plaga a sus campos de papas para subvertir el orden en el Tercer Reich. También en los años 50 los soviéticos acusaron a los norteamericanos de hacer lo mismo en Alemania del Este.
Esta es apenas una partecita de la historia de la papa que está llena de aventuras y largos trasegos. Quién lo diría viéndola como tan humilde y feita, con esa cara de papa...